EMOTIVA CARTA A SANTA CLAUS SOLICITANDO REGALOS PACÍFICOS PARA LOS NIÑOS DEL MUNDO

Enternecedor mensaje navideña a Santa Claus (en Chile, Viejo Pascuero: en otros países, Papá Noel), donde se le solicita —encarecidamente— obsequiar regalos sencillos, pacíficos, creativos, libres de toda sofisticación, que brinden la oportunidad a los niños del mundo a crear y desarrollar sus innatas facultades imaginativas… Los juguetes belicistas quedarán fuera, definitivamente, del trineo de Santa Claus… El mundo clama por una Navidad en PAZ…!

 Por MALINCHE

Desde Ciudad de México

 

Querido Santa Claus:
Hace mucho tiempo que no te escribo una carta para pedirte regalos que cumplan mis deseos y me den alegría. Pero hoy, es ese día en que quiero volver a escribirte y pedirte algunos regalos importantes, aunque ahora te los pido para los niños del mundo.

Y es que pienso en ellos y en el mundo en el que vivimos ahora y en el que vivirán en el futuro; así que quiero pedirte que los regalos para ellos sean juguetes educativos, libros, música, cuentos para colorear, lápices de colores, plastilina, pinceles, pintura no tóxica, tijeras y papel para recortar, hojas multicolores, cuadernos blancos de dibujo…

Pienso que la infancia es una bellísima etapa que nos marca para siempre y depende de lo que aprendemos en nuestra familia, escuela, entorno y en nuestro mundo…!!!

Y también creo que todos los niños del mundo merecen vivir una infancia en un paraíso que los adultos tenemos la responsabilidad de crear para ellos, encaminarlos hacia un mundo de paz, armonía y amor.

Este es el meollo de mi carta para ti, querido Santa Claus: te pido que a todos los niños les obsequies juguetes que los ayuden a construir, a crear, a armar historias que los motiven a soñar y organizar esos increíbles diálogos que en su imaginación crean y dan vida… Les sirve hasta una hoja de papel con la que elaboran un barquito y navegar felices por todos los océanos, inventando una fantástica aventura marítima.

Mi querido Santa, regala muchos libros de cuentos, de esos libros cuyas historias los transportan a un mundo mágico, donde ellos se convierten en los personajes protagónicos y disfrutan observando las imágenes, leyendo o que les lean, aprendiendo palabras nuevas, historias nuevas… quizás más tarde serán capaces de escribir sus propios cuentos o historias…

Querido Santa, regala muchos cuentos para colorear, de esos que ellos hacen su propiedad y los llenan de colores, de luz y de amor; y a veces arrancan esas hojas con aquellas magníficas obras de arte para obsequiarlas a sus seres queridos…

Y la música, querido Santa, ¡mmmmm!, qué maravilla que desde pequeños empiecen a valorar las notas musicales, a disfrutar el sonido armonioso, a vivir cantando, bailando, escuchando música que estimula y cantar canciones que trasuntan una letra positiva, creativa, que los introduce a un mundo bello que, a la vez, alegra sus espíritus…

Y qué tal la plastilina “no tóxica” para modelar, crear, construir y armar esas historias en las que ellos son expertos; títeres, muñecos de guante, regalos que los induzcan a lo positivo, a lo bueno y mágico de la vida…

Obséquiales, querido Santa, muchos juguetes para que desarrollen sus cinco sentidos, que toquen, escuchen, vean, saboreen y huelan… juguetes que los induzcan a amar el arte, a disfrutar la vida pacíficamente, sin violencias innecesarias…

Y, bueno, querido Santa, sé que para muchos niños del mundo no habrá nada de esto, ningún juguete; pero si tú les dices al oído a todos estos niños y a sus respectivos papás, que compartan aquellos juguetes de antaño, de madera, que ya usaron, aquellos que aún están en buen estado, esos juguetes abandonados en un rincón y que, tal vez, con una manito de pintura podrán quedar como nuevos… en fin, así todos recibirán algo, aunque sea un simple objeto para compartir con esos ilusionados pequeños que también tienen derecho a ser felices…

Así, entre todos, podremos hacer más alegre la Navidad de estos pequeños inocentes, ajenos a las vicisitudes de este mundo, por desgracia agitado y violento, donde se defienden a sangre y fuego los mezquinos intereses…

Mis peticiones son muchas, ¿verdad, querido Santa? Y es que deseo para todos un mundo mejor, con verdadera humanidad, es decir, ser más solidarios, respetarnos, escucharnos y amarnos, dejar de ser egoístas e individualistas… El mundo nos pertenece a todos, y no a unos pocos, que se han adueñado de este mundo usando la fuerza y la represión…

Por eso, querido Santa, también te pido que enseñemos a todos los niños del mundo a ser pacíficos, para que lleguen a ser solidarios y eternos pacificadores…

Y así, querido Santa, lograr un mundo mejor, feliz y solidario, humanista, que tanta falta nos hace.

Gracias Santa, sé que escucharás mis peticiones y seleccionarás mejor que nunca los regalos para esta Noche Buena.
¡Feliz Navidad, querido Santa Claus! Te buscaré volando con tu trineo y tus renos el día 24 y seguro escucharé tu JO JO JO JO, que hará feliz a muchos niños, entre ellos a mí, que los amo y deseo un mundo bello y perfecto para ellos… y también para nosotros, los mayorcitos con alma de niños…!

¡FELIZ NAVIDAD!