El caos se apoderó de Las Vegas aquella noche del domingo 1 de octubre, día en que se registró la matanza más grave de la historia moderna de Estados Unidos.
LAS VEGAS (Nevada, USA), 04 de Octubre — 2017.- “Es demasiado pronto para comentar sobre el impacto potencial de la masacre de Las Vegas en la industria turística”, dijo Jeremy Handel, portavoz de la Autoridad de Convenciones y Visitantes de la ciudad.
Las Vegas recibió el año pasado 42,9 millones de visitas y se encaminaba a un nuevo récord con un incremento de 1% en lo que va del 2017.
Cuando aún no habían pasado 24 horas de la masacre en un concierto de música country en Las Vegas —donde al menos 59 personas fueron asesinadas a balazos y más de 500 resultaron heridas, desde una habitación en el piso 32 del Hotel Mandalay Bay—, la ciudad retomaba sus actividades y confirmaba que su agenda seguía adelante.
Con seguridad reforzada y mayores prevenciones, la mayor parte de los organizadores de convenciones agendadas para los próximas días en Las Vegas han seguido adelante con sus planes. Los casinos y los hoteles volvieron a funcionar el lunes con algunas restricciones en la zona inmediata al sangriento ataque de la noche del domingo.
CAEN ACCIONES
HOTELERAS
La primera reacción de los mercados, el pasado lunes, fue la caída en la Bolsa de las acciones de las grandes cadenas hoteleras y de entretenimiento, como MGM, y el alza del valor de la industria de las armas.
La Autoridad de Convenciones y Visitantes de la Ciudad consideraba el lunes que era muy temprano para hacer especulaciones sobre el posible impacto de la masacre cometida por Stephen Paddock.
El atacante, un hombre blanco de 64 años, millonario y fanático de las armas, ocupaba una habitación en el piso 32 del Hotel Mandalay Bay. Tenía allí al menos 10 armas de asalto, rifles automáticos y cientos de municiones. Tras romper una ventana, disparó indiscriminadamente contra la multitud que asistía al festival de música country Route 91 Harvest en el Strip, la principal avenida de Las Vegas.
LA REFERENCIA DE
PULSE EN ORLANDO
Los analistas de la industria también coinciden en que es difícil de pronosticar la repercusión a mediano y largo plazo que pueda tener el episodio, calificada como “la peor matanza con arma de fuego en Estados Unidos”.
Jeremy Aguero, economista de la firma Applied Analysis, dijo a CNBC que la preocupación en estos próximos días será garantizar la seguridad de las personas que viajan a Las Vegas para asistir a conferencias y convenciones, o simplemente de vacaciones.
“Es que hay mucho en juego —sostuvo Agüero—, en una ciudad donde el turismo emplea a 400 mil personas en forma directa (casi el 50% de la fuerza de trabajo de la región), y paga casi US$ 17.000 millones anuales sólo en salarios.
La industria del turismo en Las Vegas generó US$ 59.600 millones en el 2016, y los ingresos crecieron más que el número de visitantes. Si bien los turistas aumentaron 1,5% el gasto se incrementó en 7,1%.
ASESINO
EN ACCIÓN
El asesino rompió los vidrios de la habitación que ocupaba en el Hotel Mandalay Bay para disparar contra la multitud.
El antecedente de otro de los principales destinos de USA, Orlando, es tomado como referencia para evitar los pronósticos apocalípticos.
El año pasado un hombre armado mató a 49 personas en el club nocturno Pulse en la ciudad del centro de La Florida. Inmediatamente, el turismo a la ciudad disminuyó, las reservaciones de hoteles cayeron y los operadores de parques temáticos ofrecieron tentadores descuentos.
Al cabo del año 2016, la ciudad reportó un alza de 3% en el turismo hasta 68 millones, según señaló la agencia económica Bloomberg.
“El tiroteo subraya una vulnerabilidad para Las Vegas, en momentos en que la industria de los casinos transfiere su dependencia de las máquinas tragamonedas y mesas de blackjack hacia las experiencias de entretenimiento para todo el mundo”, concluyó Bloomberg. (Fuente: Hosteltur).-